martes, 6 de agosto de 2013

SALVAR AL TRIATLETA ARGI


por Argimiro

Uno de los recursos más productivos al escribir cualquier crónica es recurrir a símiles cinematográficos. Aprovechando mi reciente viaje a Normandía he decidido escribir una crónica sin relación alguna con gesta deportiva (de la que carezco, por desgracia, en los últimos meses) y con la que pretendo presentar ciertas disculpas por haber dejado de lado la labor que se me encomendó.
La razón de tal desatino ha sido puramente laboral. En los dos últimos meses se han encadenada diversos compromisos académicos que me han abducido casi por completo.  Pero el otro día, previo a mi última presentación en el Congreso Nacional Venezolano, y con mi espíritu deportivo francamente dañado, pensé: ¡Argi, cuanto se parece un congreso urológico a un triatlón! .... ¡venga, presenta ya la última charla y corre a preparar una crónica para tus amigos, como en los viejos tiempos!…”que a falta de pan, buenas son tortas”.
Dicho y hecho:

Competimos para entrenar….presentamos para trabajar

El hecho de estar apuntado a una competición deportiva es el mayor acicate para cumplimentar a rajatabla el plan de entrenamiento prescrito (bueno, más o menos). Cuanto alguien te invita a dar una conferencia la sensación es similar. Cojo mi calendario y marco (rojo, evento deportivo, amarillo conferencia/congreso). Sabes que el trabajo diario es la única posibilidad que tienes para que salga bien y corresponder adecuadamente a tus compañeros de profesión. En el tri, “entrenas o petas”. Aquí, o estudias o haces el “ridículo soberano”.

8.15h. Recogida de credenciales

Eme aquí en cola, dispuesto a recoger mi credencial. … ¡ostras, me olvide la licencia!... ¡ufff menos mal, esto es un congreso y aquí solo me piden el carnet de identidad!. Es más, aquí no hay fornido triatleta de la organización (o fornida…) que busca con ahínco tu nombre es un listado. Aquí suele ser una bella azafata sonriente que te trata con amabilidad (me imagino que si fuera chica me fijaría en algún azafato, pero no es mi caso). 
¡Vaya!…¡también hay bolsa de regalos!...botellita de licor local y revista científica…“no tenemos”…responde la azafata ante mi solicitud de camiseta “Finisher Congreso Venezolano de Urología 2013”: Dicha prenda acreditaría a aquellos urólogos que aguantaron estoicamente todas las charlas y no desatendieron sus obligaciones en centros comerciales o playas vecinas (poquitas camisetas tendrían que dar, para desgracia nuestra).
El dorsal-credencial, no se lleva en la cintura, se lleva en el cuello, pero también consta nombre y procedencia. Hablo con el organizador para que me asigne grupo de edad, pero me advierte que en estos sitios no procede.
Durante este proceso aprovecho para saludar a antiguos compañeros, forjado también en otras “batallas”. No os creías que es fácil acudir con regularidad es estos eventos, pero a todas luces es más fácil que a cualquier triatlón importante. Aquí no hemos estado pendientes de la pagina web a horas intempestivas, tarjeta en mano y rezando para que el servidor no se cuelgue para conseguir la ansiada plaza. Y sobre todo, siempre es muchísimo más fácil negociar con tu jefe de servicio que con la “jefa” de casa.

8.30h Conferencia de Inauguración.

Aquí de nuevo salimos  ganado en la comparativa congreso versus triatlón. No hay necesidad de pegarse el madrugón y levantarse dos horas antes para desayunar, no hay que untarse vaselina (no estaría bien vista la camisa-corbata manchada en los pezones) y se puede desayunar 20 minutitos antes de empezar. Aquí no se considera “situación de riesgo” la híper-acidez estomacal tras los huevos con chistorra que podrían truncar el sector natación.

9.00h. Charla del uro-triatleta.

Y aquí sí que la situación es extremadamente similar. Los mismos nervios, el mismo ritual.
Media horita antes has tenido que entregar tu presentación, vigilando que no se haya olvidado nada. Se han sustituido los jueces por moderadores que visten como tú y no tocan el silbato para que abandones rápidamente la cabina de audiovisuales.
Aquí la “meadita” suele ser en un urinario clásico, a todas luces más higiénico que los portátiles, pudiéndote incluso lavar las manos.
La salida más fácil, y aunque hay moderadores muy estrictos, todavía no se ha dado el caso de la repartición de codazos y “mamporros” por parte de la mesa presidencial.  Solo se ha documentado un caso aislado de rotura de tibia, fruto de la fatal combinación de mocasines nuevos y escalera resbaladiza al estrado.
Y ya inmerso en la presentación te das cuenta que la ecuación es muy sencilla, si has trabajado-luce y si no has entrenado lo suficiente, padeces. Aunque aquí no hay dolorosas contracturas sino preguntas impertinentes.

9.30h. Punto de corte

Me habían asignado 30 minutos y me he pasado 5…primer aviso, tarjeta amarilla. O apuro o  me sacan la roja y la moderadora de turno me envía a casa sin leer las conclusiones. ¡La próxima vez espabilo y corro más, que me cierran el control!.
Y llegan las conclusiones y os garantizo que la sensación es la misma, aunque lo que arde es la cabeza y no los pies, y por lo tanto, es más fácil bajar escalones de la grada. En un Tri, cuando has entrenado, llegas agotado, pero la felicidad te embarga. Aquí la descarga de endorfinas no es tan intensa y por lo tanto, la sensación no es a todas luces tan placentera, pero llegas a tener la sensación agradable del trabajo bien realizado.

11h Pausa-café. Fin de la Sesión

¡Se acabó!...¿Dónde está mi medalla de Finisher?...¡ahhhhh, no hay!.... me acaban de entregar un diploma acreditativo…lleva mi nombre, si, pero sin tiempos ni clasificaciones. ¿Así como se si he presentado mejor que mis compañeros de sesión?.
Y de nuevo, salgo perdiendo en la comparativa congreso-triatlon.¡SIN CERVEZA!. aquí no hay chiringuito con cervezas, como mucho un cafetito… ¡mal!...¡¡muy mal!!.....y aunque hacía calor y estoy sudado, no considero apropiado quitarme la chaqueta-camisa y andar con el torso descubierto por el auditorio, hecho que no estaría mal visto en el zona post-meta.

Reflexión final

Con esta mini-crónica no he querido en ningún momento alardear de mi trabajo. Simplemente he querido reflejar una situación compartida por muchos de nosotros, en la que el triatlón poco a poco ha ido calando en nuestras vidas y se ha hecho parte indisoluble de las mismas. Han pasado unos meses desde mi pseudo-fiasco de Lanzarote, mi estado de forma ha decaído progresivamente y siento la imperiosa necesidad de volver a la competición (siempre a mi nivel, por supuesto) y compartir esos mágicos momentos con mis amigos de la Sección.
Un abrazo

viernes, 2 de agosto de 2013

CRÓNICA DEL CHALLENGE VITORIA


por Andrés Giménez

Llegué el viernes por la tarde/noche a Vitoria, y ya estaba montada la expo en la Plaza de la Virgen Blanca. Una expo muy modesta la verdad, con 4 carpas y poco más. El sábado por la mañana fue la charla técnica (briefing) en castellano, euskera e inglés. Por la tarde fue el check in tanto en la T1 (en el lago de Ullibari-Gamboa a aprox. 25km de Vitoria) y la T2 en el centro de Vitoria. Había autobuses que nos llevaban desde la T2 a la T1 donde tenías que dejar todo el material de ciclismo (bici incluida) que te llevaban en unas furgonetas que salían al mismo tiempo que los autobuses y te entregaban la bici ya en la T1 junto al lago. Había que meter también el neopreno en unos bidones con lejía, para desinfectarlos por el tema del "mejillón cebra". La organización estuvo muy bien, y en todo momento tenías indicaciones y gente que te resolvía cualquier duda. Había gente también de la organización del Challlenge de Barcelona que estaban ayudando y colaborando con la gente de la organización del de Vitoria.
Ya el sábado por la tarde pude comprobar el viento que soplaba en la T1 (lago) y que me dejó preocupado para el domingo, todo el mundo lo comentaba pero pensábamos que al ser por la tarde era algo normal, y pero por la mañana no soplaría nada o mucho menos....cuanto de equivocados estábamos.....!!!
La zona de natación es un lago inmenso que no tiene nada que envidiar al lado de Zúrich donde el pasado año hice el Ironman. Todo muy verde, limpio y ya se respiraba ambiente de competición por todas partes.
En total hemos sido aprox. 580 participantes por lo que en general no ha habido que hacer colas, ni aglomeraciones y todo lo que es la logística fue muy cómoda y rápida.
Llegamos al día D y me levanto a las 4:45h pues a las 5h abren el restaurante del hotel (de la organización). Desayunamos todos "concentrados" y a las 5:45h salimos en autobús hacia la T1 (lago) y a las 6:30h salían otros autobuses para los acompañantes, que luego los trajeron de nuevo a cada hotel una vez finalizado el segmento de natación.
Llegamos amaneciendo a la T1 y procedemos todos a la logística de última hora: hinchar las ruedas de la bici, comprobar bidones de agua, geles, etc.. y a ponernos el neopreno. Hay unas perchas donde cada triatleta debe colgar su bolsa numerada (bike bag) con todo el material de la bici (casco, gafas, dorsal y zapatillas) ya que en las perchas para las bicis no puedes dejar nada en el suelo. En la T1 hay otras perchas con la "run bag" donde había que dejar el material de correr. Y luego había un autobús donde dejabas la "wear bag" que era la bolsa donde dejabas la ropa y lo que llevabas puesto desde el hotel/casa.
Cada grupo de edad llevaba el gorro de natación de un color distinto, y todos los triatletas debían estar frente a sus bicis hasta recibir la "cámara de llamadas" y entonces dirigirse hasta la misma orilla del lago para iniciar el segmento de natación. Empieza el speaker a hablar, la música a sonar, y cada vez más gente llegando hacia la zona de salida (acompañantes, público en general, etc...) y es inevitable ponerte nervioso. Hubieron varias salidas: élite masculina, mujeres (todas élite y no élite, ya que había muy pocas), grupos de edad de 20-30, de 30-40 y más de 40 que era el mío. También hubo una salida para los grupos de relevos.
Nos dirigimos hacia la orilla y veo a mi mujer que me está animando y creo que está más nerviosa que yo. Le digo que esté tranquila que lo tengo todo controlado (mentira pero era para que no se pusiera más nerviosa todavía....) y enseguida suena el bocinazo y nos metemos en el agua. Empezamos a nadar y me encuentro bastante cómodo.....hasta que de repente veo que cada vez hay más algas finas flotando por la superficie, y más y más hasta que me parece que estoy nadando en el césped en lugar de en el agua. Me agobio bastante, y además, noto que se me ha hecho una especie de nudo en el tobillo donde tengo el chip, ya que con el velcro me parece que algunas algas se me han pegado, por el cuello también tengo algunas y en los brazos también. Me tengo que parar para quitarme las algas de encima y ahí ya tengo el corazón en la boca y las pulsaciones a tope. Hago un sprint de 20 metros y por fin desaparecen las algas, aunque tengo que pararme un par de segundos porque me falta la respiración. Pienso que esto es increíble que me pase, y si seré yo el único que ha pasado por encima de una plantación de algas flotando. Vuelvo de nuevo a nadar y poco a poco a voy cogiendo el ritmo y me encuentro más "tranquilo", llegamos a la 1ª boya y ya tengo 1400m hechos, me encuentro ya a pleno rendimiento y con el ritmo cogido veo que empiezo a adelantar a gente con el gorro de otro color, en concreto los que habían salido 5min antes que mi grupo. Eso me da más ánimos y prácticamente hasta que salgo del agua ya no paré de nadar en ningún momento. Ya fuera del agua veo a mi mujer muy contenta y ya me "despido" de ella hasta la tarde en Vitoria pues empieza el segmento de bici.
El circuito de bici es muy bonito, y son dos vueltas de aprox. 70km y una tercera de aprox. 40km. Recorre varias localidades en las cuales está todo el pueblo en la calle animando a los triatletas. Me llamó mucho la atención que en las distintas carreteras y cruces que estaban cortados, había largas colas de vehículos parados, y en lugar de estar todos los conductores en el coche tocando el claxon a tope y cagándose en todos los corredores, como es bastante común por desgracia aquí en Valencia, estaba todo el mundo fuera del coche animando sin parar a todos los que pasábamos con la bici, con el famoso "aupa, aupa". Aunque el perfil del segmento en bici puede parecer que sea muy llano, yo no lo vi para nada llano, pues si bien es verdad que no hay ningún puerto que subir, es un constante sube y baja de pequeños repechos, y tienes que estar constantemente cambiando de marcha. Los paisajes son espectaculares en general, si bien hay un tramo que discurre por una carretera nacional que no es muy bonito, y que es justo donde hacía más viento pues alrededor era todo una zona muy llana y donde el viento cogía fuerza. Me recordó mucho el Triatlón de Valencia LD del pasado año en marzo, donde hizo mucho viento sobre todo en la zona de la albufera/arrozales. Además, conforme iba pasando la mañana, a cada vuelta hacía más viento y eso me dejó fundido y creo que a la mayoría de los participantes también, pues al finalizar en meta el comentario del viento en la bici era lo que más se hablaba. Ya lo habían comentado en la charla técnica, que era muy probable que "soplara algo de viento"....pero claro de eso, a lo que luego pasó era lo que no me esperaba y también psicológicamente me fastidió mucho, pues no te esperas en mitad de julio esos vientos típicos del invierno/primavera en Valencia.
Bueno, llegué a la T1 y cuando bajabas de la bici había unos voluntarios que te cogían la bici y se hacían cargo de ella, y tu te ibas corriendo "como podías" hacia la carpa de la T1 para coger la "run bag", quitarte las zapatillas de la bici y el casco y ponerte las zapatillas de correr y salir por la otra puerta de la carpa para empezar el segmento de correr.
El circuito de la carrera a pie eran 4 vueltas de 10,5km parte por el centro histórico de Vitoria y parte por la zona de las universidades y el estadio de futbol del Mendizorroza (donde juega el Alavés). En la parte del centro histórico el ambiente era espectacular, la gente animaba mucho y muchos creo que se pasaron toda la tarde de pinchos y cervezas viendo a los corredores. Además, por el centro había muchos árboles y parques y en general bastante sombra, cosa que era todo lo contrario en la zona de las afueras de Vitoria, donde el sol cascaba de lo lindo y ahí se echaba de menos un avituallamiento. Empecé eufórico, pues la carrera a pie es lo mío y además, llevaba un retraso no previsto en el segmento ciclista por culpa del viento, la 1ª vuelta la hice en 47' y me hinché a adelantar a corredores, pero claro el daño ya estaba hecho, y en la 2ª vuelta el cansancio y la fatiga me puso en mi lugar y ahí ya veía que se me iba a hacer muy larga la carrera. Empecé a pararme en los avituallamientos y a beber todo lo que me daban, pues hacía la verdad bastante calor, además, empecé a notar bastante mal cuerpo y el estomago me daba ciertos "avisos" que de momento los iba pasando con "salidas de aire" por el tubo de escape que me daban cierto alivio. Empecé la 3ª vuelta y la palabra más correcta para describir mi estado físico era "fundido", ya no sé si corría o estaba andando un poco deprisa, además empezó a dolerme la ingle, cosa que no me ha pasado en mi vida, y eso que llevo más de 20 años corriendo y me pregunté a qué santo me duele ahora la ingle si no me ha dolido nunca, vale que estoy hecho polvo, pero es que con este dolor no puedo casi ni caminar. Además, los "avisos" se hacían más fuertes y continuos, hasta que no tuve más remedio que "salir" del circuito y esconderme detrás de unos matorrales, para "evacuar" líquido (pis) y sólido (caca), y la verdad es que la cosa mejoró bastante y esos minutillos me vinieron muy bien hasta que incluso se me fue yendo el dolor de la ingle y parecía que recuperaba un poco el ritmo. A estas alturas mi mujer cuando me veía ya me miraba con cierto "careto" de preocupación, pues intuía (solo intuía.....) mi lamentable estado físico, aunque yo la dejaba tranquila con un levantamiento del pulgar y un: "tranquila, que estoy cansado pero voy bien.....", "vete para la meta que voy a empezar la 4ª vuelta y "enseguida" estoy ahí...."y así fue como inicié la 4ª y última vuelta con más corazón que piernas y unas ganas locas por acabar. Yo veía el tiempo y todavía me quedaba algo de esperanza de poder bajar de las 11h, pero a falta de un par de km ya vi que era imposible e intenté ya disfrutar del ambiente y llegar a meta lo más digno posible. En el km 38 aprox se me acercó un tío en bici y empezó a darme ánimos: "venga valenciano que ya no te queda nada"!!!, le dije gracias casi sin mirar pero cuando me fijé era el mismísimo Eneko Llanos que estaba dando vueltas con la bici por el circuito animando a los corredores. Fue muy emotivo y luego los 2 últimos km ya con todo el público por el centro de Vitoria fue espectacular, te veían muy jodido y te animaban más todavía. Vi a mi mujer y me paré a darle un beso pues ya el tiempo me importaba poco, y entré en la meta muy jodido pero muy emocionado. Medalla y camiseta de finisher y a recuperar fuerzas con pastelitos, fruta, coca cola, etc....Ya luego recogí todas las bolsas y te entregaban la bicicleta firmando como que estaba todo correcto. La organización para mi fue un 10 y todo muy cómodo y rápido, pues tampoco éramos muchos triatletas y para estas cosas de la logística viene muy bien no ser muchos. Nos fuimos al hotel, me duché y nos fuimos de nuevo al centro a tomar unos pinchos y cervezas, y cuando acabamos, ya de noche (sobre las 22h y pico....) todavía habían triatletas llegando a meta, y casi la misma gente animando que hacía unas cuantas horas.
 
En fin, este ha sido el relato de mi 2º Ironman, y la verdad es una prueba muy recomendable, me gustó mucho todos los circuitos y la organización perfecta. El ambiente igualmente espectacular y hay que quitarse el sombrero, pues en lo relativo al deporte creo que los vascos en general lo tienen muy interiorizado y animan como en ningún sitio, y eso se agradece mucho.
 
El año que viene los que vayáis vais a triunfar seguro y a dejar el pabellón valenciano bien alto.
 
Un saludo.
ANDRES GIMENEZ