“La vida es una historia. Puedes elegir tu
historia. Tú ¿con cuál te quedas?”
…de
la vida de PI
El otro día mi hija
me obligó a ver ‘La vida de
Pi’. Tiene un profundo mensaje que queda
totalmente montado con la revelación final ante los que intentan averiguar la
verdad sobre un naufragio. Me quedo con la duda de las dos visiones que da Pi
sobre la realidad, ¿cuál es más cierta? Para mí, el mensaje de la película está
en la conclusión del informe que lee el escritor; necesitamos creer en lo extraordinario, en la fantasía,
aun cuando somos conscientes de que no es más que eso, para seguir adelante con
la realidad.
En mi caso no es
que lo necesite, sino que intento llevarlo a la práctica, y este domingo viví una
historia extraordinaria en el triatlón olímpico de Valencia. Una historia
increíble pero que ocurrió de verdad…
No había empezado a
salir el sol y abrí los ojos medio minuto antes de que sonara el despertador.
Estaba descansado, había dormido bien… Lo mejor que te puede ocurrir un día de
principios de septiembre, es tener que levantarte justo cuando te estabas
acostando pocos días antes, estás acostumbrado a llevar horarios algo raros.
Las 5:30am es una buena hora, el día está fresquito, tienes la sensación de estrenarlo…
pero no eres el primero, sabes que tus amigos también están ahí. Igual que
cuando no tienes ganas de entrenar te llaman para recordarte que ellos van a
salir y levantan tu ánimo del sofá y cierran tu lata de cerveza. Te traen las
zapatillas y te atan los cordones. También montan la bici en el coche y
calientan la piscina de Nazaret en invierno. Molan los amigos del País de
Correcaminos.
Valencia se
despierta poco a poco y nosotros entramos en el agua, nos ordenan los jueces y salida,
pero de sopetón vinieron a recibirme por sorpresa las amigas de Bob, el amo de
Gary… mis amigas las medusas, con algodones e isotónicas de cafeína para
curarme las heridas y alentarme, meterme en competición, movían sus pompones
bajo el agua al ritmo de mi respiración. Muchas gracias amigas, cantaban la
canción “Killing in the Name” de Rage Against de Machine (canción de cadencia de nado que me canto
en las series de los entrenos). Las despedí lanzándoles mi anillo de matrimonio
como señal de agradecimiento, mientras batía eléctricamente los pies, rollo
batidora Moulinex. Más adelante Amparo, en la esquina de Veles y Vents,
habíamos quedado, guapa, levantaba sus pulgares y me decía: “vas de los primeros”…y
volvía a batir los pies Moulinex y a mover los brazos, le lanzo un beso y le
digo que enseguida la veo. Voy cogiendo ritmo, cadencia, tríceps, cadencia,
dorsal, me acuerdo de mis amigas las medusas, aún las oigo a lo lejos, pero veo
a Jorge y me dice que apriete, que me ve muy bien, que es la primera vez que le
paso en competición, le hago caso y lo dejo, fácil, gracias Jorge. En la recta
de vuelta hacia la salida lo programado, a muerte, intentaba nadar como los
delfines, paso a algunos amigos de otros países que habían salido de liebres y
a por otros pies de adelante, pasando por la salida vuelvo a ver a mis
amiguitas, esta vez no me alientan tan de cerca, pero por si acaso batidora
again, y en esas que giro y vuelta y se acaba. Nano. ¡Nano! ¡¡¡Naaaaanooooooo!!!
Está el box petao de bicis, Croqueta diciendo que voy el 20, me crezco y pego
un grito de esos que siempre me pide Vicent Carles, transición rápida.
Me cojo la bici de
Fernando Alonso, ya que puedo elegir y vamos al circuito de F1. Va como un tiro…
algo más que las de los compañeros de viaje, que están un poco perretes.
Organizamos como podemos unos relevitos a lo SKY del año pasado, apretando en
subida, bajada y llano, noto que voy a tope, pero quiero mantener la distancia
que he sacado en el agua. En el final de la segunda vuelta nos coge un grupito
algo más rápido y se brindan generosos a echar un cable. Cada vez que pasamos
por cerca del Box se va oyendo cada vez más gente, vítores, “aúpa correca” me
gritan unos vascos que conocí en el Portalet en 2010, oigo el cencerro del
puerto de Aia de Zarautz, un paisano me grita que ha bajado de las 7 horas en
la Quebranta y casi paro a saludarlo, che, una locura.
T2 a tope, follao
diría, pero no lo digo porque hay niños… dejo la bici el primero del grupo, el
box vacioooooooooo… ¡¡¡Naaaanoooooooo!!! me la recoge Fernando, me va a
enchufar en el Euskaltel, seguro, me da el membripower y me seca el sudor, vaya
equipo de lujo tengo y de fondo oigo “¡¡¡vamos Gari!!!” Me están llamando, es a
mí. De frente veo a Domingo, la abuelica, que me canta una canción mientras me
acompaña unos metros, “acuérdate de las clases magistrales del maestro” dice y
le hago caso, y me sale bien, tres en uno a tope, a dar cerita!!! Gracias. Me
duele, pero aguanto, me duele, ya se pasará… En la siguiente esquina, nada más
girar Veles y Vents veo a Luna, cantándome la canción del festival de verano, “Lo quiero todo Papi” y se lo doy, lo doy
todo porque se lo merece y porque baila con mucha gracia y yo corro con mucha
gracia. Ana al final del trayecto, en el tinglado 4, “¡vas el 18 papá!”, cuando
te sientes lejos no hay nada mejor que unos grandes saltos para acercarte a la
meta, “vamos papá que hay que superarse cada día” y tiene razón, casi lloro, yo
que pensaba que tenía que enseñarles y aprendo con ellas. Pulsera, Amparo que
me ve de casualidad, normal, voy follao, me resbalan las zapatillas al
traccionar, no sé si entrar en boxes y poner slicks de húmedo. Mucha gente en
el camino y otra pulsera, Luna, canta la canción y hace unas volteretas
laterales a mi lado (me siguió unos doscientos metros sin vomitar) Ana, los
saltos, me regala una sonrisa y por fin la rampa, ¡¡¡ya tenía ganas de volar!!!
Subo con los brazos abiertos estilo Quique, Amparo se sitúa estratégicamente,
al final del todo, tengo que frenar para no despegar en el cambio de rasante,
le saludo, me lanza un beso y entro en meta saltando de alegría, estoy
soñando!!!
Saludo a la organización,
les doy la enhorabuena por la organización y el cronometraje, me dan mi
medalla, primo llega, la familia unida hasta en esto, un verdadero asalto al
poder. Es nuestro terreno, y Oliva está a la vuelta de la esquina. Primo te
mereces la medalla de oro, en Oliva ganas seguro!
Lo demás ya lo
sabéis, os fui esperando en meta uno a uno, a todos y lo visteis. Un día
redondo de los paisanos. Bueno, gracias a Pi, que me ha hecho disfrutar otra
vez de este gran día.
Luis
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