Breve crónica de un fín de fiesta estupendo.
Convocados por las sabias palabras de nuestro “guía espiritual”, acudimos a Estivella a despedir el año con la habitual salida sabatina.
El objetivo inicial era claro, cumplir a rajatabla los dictámenes del “trainer” (rodajes, Zs, puertos, ritmos…), pero el espíritu navideño invadió el pelotón naranja desde el primer momento y necesitábamos un ritmo cómodo para poder cantar villancicos, felicitar el año a los otros ciclistas y viandantes y de forma similar a lo que hacen los noticieros, hacer resumen de un estupendo año.
Pero la sombra del puerto de Almedijar encendió la mecha (bueno, más bien la encendió un inspirado Luis, que dicho sea de paso, quemó sus todos su cartuchos de forma efímera y poco fructífera para sus aspiraciones). Dada la calidad de los convocados, las hostilidades fueron feroces. La bonita ascensión se convirtió en un reguero de correcaminos que luchaban por “cazar” a su inmediato predecesor. Salva Puchades se alzó con la gloria y tuvo el honor de recibirnos uno a uno en la cima. Reagrupados en la cima y con las pulsaciones ya calmadas, iniciamos con suma cautela el peligroso descenso hacia el verdadero objetivo del día, el BAR PAQUITA.
Para aquellos que aún no lo conozcan, el BAR PAQUITA es la máxima exposición de la cultura ciclista. Allí dimos cuenta de un suculento almuerzo, que culminó con el clásico “cremaet” (de reconocido sabor, pero considerado como factor de riesgo para la úlcera gástrica por la Sociedad Española de Gastroenterología). El ambiente alegre (propiciado en parte por el café espirituoso) y la entrega de la mismísima Doña Paquita quedaron reflejados en diversas fotografías, que a buen seguro ilustrarán futuros documentales. No sabemos si debido a la crisis, las fechas tan señaladas o simplemente por cuestiones logísticas, la verdad es que no nos obsequió con los codiciados calcetines blancos “sponsorizados”.
Tras tamaño disgusto, solo nos quedó emprender camino de regreso, aprovechando el puerto de Eslida y los últimos repechos para llevar a cabo el mayor número de globeradas posibles. Visto el panorama, ¡¡este próximo año promete, sí señor!!
Bueno amics, espero que este año nos permita a todos seguir disfrutando tanto como este año que hemos exprimido hasta el final………. ¡FELIZ 2012!
Argi “Uronman”
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