domingo, 6 de enero de 2013

CRÓNICA SALIDA CICLISTA


VIRTUDES TRIATLÉTICAS: LA OSADÍA
Breve crónica de la ascensión a la Frontera
Quizás en la vida ordinaria la osadía no sea considerada como una virtud, pudiendo incluso ser  considerada como un defecto. En nuestro ambiente triatlético, cuando en una fría mañana de sábado nos hemos reunido para afrontar la etapa propuestala osadía de enfrentarse a las rampas de la Frontera sí debía considerarse a todas luces como una virtud.
No importa que hayamos cambiado de año, que la temperatura exterior sea de 8 grados, que la situación general no sea boyante, que determinado portero no sea titular de determinado equipo… , eso da igual, lo cierto es que es un verdadero placer acudir cada mañana de sábado a la convocatoria propuesta y recibir el apretón de manos y el golpecito en la espalda de tus compañeros, al tiempo que te felicitan el año (en este caso, claro) y te dan los buenos días (aunque esta cordialidad se esfume en el primer momento en el que aparezcan las primeras rampas).

Dicho lo cual, algunos detalles:
Es un privilegio tener un puerto tan exigente cerca de casa. Eso y decir que el clima del que gozamos es excelente (5 de enero y tomando el bocata en “mangas de camisa”) son perogrulladas, pero no está mal que de vez en cuando hagamos un ejerció de reflexión acerca de lo afortunados que somos por vivir donde vivimos.
El duelo Salva-Germán se antoja como uno de los platos fuertes de la temporada. Para más emoción, Yousef-Sebas-José Manuel, andarán a escasos metros para clavarle la puntilla al primero que desfallezca.
El urotriatleta redactor prefiere ir detrás, así puede describir mejor los hechos acontecidos (jejejejej).
Algún integrante de la sección ha coronado con un grado tal de sudoración que en cualquier ámbito hospitalario hubiera sido derivado directamente a las camas de UCI.
Mi mentor, Mario, se recupera rápidamente. Algún mecanismo ajustaron con la Laparoscopia porque su ritmo y velocidad de crucero aumentan exponencialmente.
Por lo menos que se sepa, nadie ha puesto el pie a tierra durante las rampas más exigentes. Quizás por miedo al saber que había sido creada una cuadrilla de trabajadores para erigir un monolito en el punto en que se produjera dicho evento (que como cualquier claudicación, derrota o desfallecimiento de alguien de la sección es recordado hasta la saciedad y durante mucho tiempo por determinados integrantes del pelotón).
Se mantiene viva la tradición de recuperar fuerzas con un estupendo “esmorzar” a mitad de jornada. De hecho, se ha establecido un pacto con los establecimientos acreditados para alargar en lo posible el almuerzo y así dejar que ciertos integrantes puedan explicar una y mil veces lo “en forma que están, cómo han subido, que se han calzadoa no se quien, etc (jejejejejejej).
En fin, una bonita forma de empezar el año

Un fuerte abrazo y FELIZ 2013.
Argi (uro-triatleta) y la inestimable colaboración de Alfonso Candelas

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