Coincidiendo con otros eventos deportivos, el pasado domingo uno de junio, se disputó en Pontevedra el campeonato del mundo de duatlón. El club estuvo representado en esta magna ocasión por tres veteranos, nunca mejor dicho, Pablo Clérigues, José María Durán y Antonio Pérez-Manglano (servidor), quienes habiendo conseguido su clasificación en el campeonato de España del 2013 en la misma ciudad gallega, y con el grato recuerdo de su anterior participación en el campeonato del mundo de 2012 en tierras francesas (al que no acudieron en su mejor forma), decidieron prepararse mejor para esta ocasión. Quedó sin participar otro veterano del club, Domingo, que, aquejado por unas molestias musculares, le impidieron acudir al campeonato, echándosele de menos.
Llegados a Pontevedra y reconociendo el terreno, como debe hacerse, nos damos cuenta de la variación respecto al campeonato del año anterior, al haberse alargado la subida de la bici y cambiado el circuito de carrera a pie por el interior de la ciudad, con las consiguientes subidas que ello supone. La ciudad estaba al completo. Participantes de todas las nacionalidades daban un color especial al evento y se respiraba un ambiente deportivo diferente del que estamos acostumbrados a ver en los triatlones y duatlones que solemos participar. Aquí el rival no es ningún español: España está unida, jajajaj. Nos sorprende el número de participantes de naciones como E.E.U.U., Inglaterra, Australia e incluso Japón, a quienes se les identifica claramente por su perfecta y correctísima equipación (algo que se nota en falta en la española).
El día de la competición, con un Sol de justicia, acudimos al Estadio para comenzar la prueba. Son las 12 del mediodía y el calor y Sol valenciano se ve que nos lo llevamos a Pontevedra. Suena el bocinazo y se impone un ritmo rápido en la carrera, hasta llegar a la primera rampa donde la gente conserva por las 4 vueltas que nos quedan. Pablo se queda tras de mí y continuamos tirando al ritmo que podemos. Jose María saldría 5 minutos después y coincidimos con él en una de las vueltas. Se llega a la T1, en la que salgo primero, tras recorrer con la bici a pie todo el campo de futbol de los boxes. La bici si bien empieza llana continua con una subida constante, que con el Sol y viento de cara, se hace más dura de lo que se preveía, viendo cómo me pasaban quienes no llevaban “cabra”. Por el contrario la vuelta se tornaba favorable a estos “animalicos” que parecían misiles. Me cruzo con Pablo animándonos mutuamente, hasta que conseguimos llegar a la T2. El calor aprieta (deben ser las 14 horas y sigue cascando de lo lindo) y quedan las dos últimas vueltas para finalizar. Apretamos los dientes y tiramos para adelante. Ante de llegar al estadio avisto a Pablo e intento darle caza, entrando detrás de él, aunque para mi satisfacción, jejejejej, me doy cuenta de que le queda una vuelta, así que nos separamos en la recta final: él hacia su segunda vuelta y yo hacia la meta, terminando agotado y con las piernas rotas de tanto sube-baja. Me quedo en las inmediaciones para esperar la llegada de Pablo y después los dos para esperar a Jose María que entraría victorioso tras el esfuerzo de la carrera.
A partir de ese momento, queda atrás el sufrimiento de la carrera y comienza lo mejor: saborear la merecida sensación que te deja cualquier carrera en la que lo has dado todo y máxime si representas a un Club como Correcaminos y a tu País; nos hacemos las fotos de rigor con los participantes de otros países y nos vamos a celebrarlo con una fantástica cena jjj.
Los tiempos conseguidos no dejan de estar a la altura de lo que hemos entrenado, consiguiendo Antonio, con 2 horas y 11 minutos un 22º puesto en la clasificación; Pablo con 2 horas y 22 minutos un 46º puesto en la clasificación y Jose María, con 2 horas y 52 minutos un 22º puesto en la clasificación. ¡¡ HASTA EL AÑO QUE VIENE¡¡
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