HALF ICAN MALLORCA - PAGUERA

FIN DE TEMPORADA: LOS BISES
La tónica siempre es la misma, concierto de reputada estrella, último tema y el público entregado reclama unos bises que alargan más o menos el tiempo estipulado. 

Aquí no hay estrella (más bien un modesto uro-triatleta), ni público entregado (no dispongo de club de fans), pero la temporada 2012 ha sido tan reconfortante que mi cuerpo, finalizado el triatlón olímpico de Valencia, me
pedía un bis. Eso y la necesidad imperiosa de sumar unos puntillos extras para el campeonato social provocan que cometa la insensatez de apuntarme a un “media distancia” a final de temporada.

Y como nadie es profeta en su tierra, me atrae la idea de competir en Mallorca. A efectos prácticos es como acudir a Regensburg o Roth, puedes volar en Air Berlin, la mayoría de participantes son rubitos, altos y no se
les entiende un “pijo”, todos los carteles están alemán y recuerdo haber visto solo dos nativos mallorquines durante todo el recorrido. 

HALF ICAN PAGUERA 2012
A priori media distancia (1.9-90-21). Este apellido “triatletico” siempre me ha parecido poco a apropiado, dado que completar semejante distancia no creo que pueda considerarse “hacer las cosas a medias”. Y aunque ese era el planteamiento inicial, el mar Mediterraneo opinaba lo contrario. Toda la vida viviendo allí y ahora me entero que residía en Hawai, conocida además de por el tri, por las ensaimadas y la sobrasada y unas olas de varios metros.

En esta ocasión no tuvieron que rescatar a ningún triatleta del agua, más bien casi rescatan al barco de la Cruz Roja que había salido a la inspección preliminar (una hora tardo en volver a buen recaudo y a punto estuvo de inspeccionar el sector natación del triatlón de Marrakech ….jejejej)

Nota práctica: nunca orinar en el neopreno si no estás seguro de que se realiza sector natación (limpieza segurada por agua salina). Menos mal de las duchas para “guiris” a pie de playa.


Por lo tanto, duatlón. Once km de regalo antes de la bici, que te dejan “calentito”, olvidando de cuajo las inclemencias meteorológicas. Eso sí, ciclismo “fácil”. Desde la T1 en adelante, ¡100 metros llanos! (si metros, no km). Después un eufemismo clásico “terreno rompe-piernas”, aunque propongo modificarlo por el nuevo “rompe-escrotos”. Su padre, ¡nunca pensé que en mi tierras hubiera tantos repechos”!.

Por lo visto en mi isla el “voluntariado” se entiende de otra forma.
Aquí en determinados puntos de giro los voluntarios han abandonado sus puestos…jejjejejej y se deja a criterio del triatleta la necesidad o no de seguir la ruta marcada (de aquí la ventaja de no ir el primero).

T2: eme aquí ante una situación totalmente nueva. Por una vez cambio mi familia `correca` por mi familia biológica. Gritos de ánimo que me hacen olvidar que “no siento las piernas”. Mi sobrino molesto porque no le dejan echarme un cable en la transición…jejejej…con lo práctico que sería que te cogieran la bolsa, te ayudaran con las bambas y cogieran la bici del trípode (por cierto, mi hermana no entiende como bicis de ese precio no van provistas del reglamentario “caballete”, cuando su Btwin, mucho más modesta, si va provista de él).

De nuevo a correr….¡pero si esto ya lo habíamos hecho!...no obstante, todo igual aunque adelantado (la euforia aquí solo dura hasta el km4, la “meadita” es en el km7, la frase “quien me mandaba apuntarme a esto” aparece en el km8 y el bloqueo muscular en el km10).

Aquí la carrera se desarrolla en pleno centro de la zona turística. Con la única ingestión de los clásicos geles, no resulta muy reconfortante transitar cerca de los intensos aromas que despide el conocido Asador Argentino La Pampa. Debería preguntar si se considera "ayuda externa” robar al paso una empanadilla criolla.

Coincido en el avituallamiento con mi madre y aprovecho para parar-beber, siendo reprendido con la frase “¡no te pares que te enfrías!”…..jejejej…. no sabía que mi madre seguía las directrices de Fran, no recuerdo haberla visto en sus charlas.

Finalmente, arco de llegada. Aquí como es mandatorio, entrada de la mano con mis sobrinos y hermanas, aunque mejor dicho de la mano no es, porque los fenómenos me esprintan en la llegada y acabo entrando solo como siempre (tampoco sabía que conocieran estas argucias muy propias de algunos miembros de la Sección). La próxima entro con mi madre que es más legal, aunque creo que el Ministerio de Sanidad ha prohibido la entrada con jubilados para evitar el riesgo de caídas e incremento del gasto sanitario….jejejej.

UN NEOPRENO EN MI ARMARIO
Se acabo la tercera temporada y probablemente haya avanzado. Ya no me tomo la cerveza solo en la zona de meta y puedo felicitar la llegada a algunos de mis compañeros. Ya me pongo zapatos con cordones a las 48 horas después de un triatlón largo (porque soy capaz de llegar a mis pies) y en alguna prueba he estado en el primer tercio de la clasificación.

Pero lejos de los resultados físicos, cada día me encuentro más a gusto en esta sección que me ha permitido conocer a grandes amigos y disfrutar con pasión de este deporte.

Ahora toca guardar el neopreno y el tri-mono en el armario. Tan solo queda una cita importante, la Behobia-San Sebastian. Y bien pensado, con la tromba de agua que nos cayó encima hace dos años, igual no hubiera sido mala idea llevarse el neopreno a pesar de tratarse de una media maratón. Sé que no es políticamente correcto recomendar pruebas que no cumplan la ortodoxia triatlética, pero el ambiente de esta carrera es excepcional (y los pintxos y vinos del casco viejo de San Sebastian también).

ADENDUM: ”LA BASE” DE NUESTRA SECCIÓN ES INMEJORABLE.
Hace unos meses lance una propuesta que no ha cuajado. Como todo proyecto fracasado, en un principio desilusiona al autor. Pero superado el mínimo desanimo inicial, en el fondo es un gran motivo de alegría ver que en nuestra Sección siempre hemos sido gente sana, atlética y con peso ajustado. Tan solo algunas “ovejas negras” tuvimos un pasado oscuro, cardiovascularmente hablando, y aprovecho estas líneas para agradecer públicamente a Mario, Yousef y Germán el interés prestado.

Bueno amics, como siempre, un placer pertenecer a este Club
Argi
Uro-ironman.