Al día siguiente de celebrar el triatlón de Zarautz ya se puede hacer un primer balance, a falta de ver las clasificaciones y analizar los tiempos.
Lo primero decir que Yousef hizo un carrerón. Tan solo le saqué cuatro minutos en el agua (42 y 46 minutos respectivamente) que se encargó de neutralizar en el km 13 de bicicleta. La "trinity" volaba bajo las piernas de Yousef. Luego llegó a doblarme en la carrera a pie y le ví correr muy bien, aunque en la cena iba cojeando y mostraba modestia aunque se le veía contento. Nos alegramos mucho por él porque está demostrando esta temporada que es uno de nuestros mejores triatletas.
Mario, que se quejaba antes de salir de que no estaba teniendo buenas sensaciones en los últimos entrenamientos, también "voló" en la bicicleta, una nueva cabra BH aero igualita a la de Eneko, y nos adelantó a todos los que salimos del agua delante de él (menos a Yousef), haciendo una muy buena carrera para acallar las voces de los que no apuestan por él. Y es que el muchacho corre con mucha más inteligencia que el Mario de hace dos años.
Otro compañero que hizo una carrera muy meritoria fue Vicente. Se le vió disfrutar en todo momento y no padeció mucho para llegar a meta en menos de 5 horas, a escasos minutos de Mario. Se nota que ha entrenado mucho esta temporada.
Luego llegaron Dukata y Argimiro, con dos minutos de diferencia, que protagonizaron el duelo de la jornada adelantándose el uno al otro. Dukata me comentó en la cena que los últimos 10k de carrera se le atragantaron un poco. Argimiro parecía satisfecho.
Muy meritoria fue también la carrera de Andrés, que es un novato en esto del triatlón y llegó a la T1 y T2 raspando los tiempos de corte pero luego se explayó agusto en la carrera a pie que es su fuerte. Debe de estar muy satisfecho por la hazaña conseguida.
Los que más sufrimos fueron Héctor y yo mismo. Se nota la falta de entrenamiento, sobre todo en este último mes, a consecuencia de lesión y sobrecarga respectivamente. Ya desde el primer kilómetro en bici notaba las piernas muy cargadas y luego en la carrera a pie vinieron los calambres y el ritmo subió por encima de los 5'30" el km, padeciendo mucho.
Al final todos contentos por acabar la carrera y vivir uno de los mejores triatlones de nuestras vidas: organización muy buena, recorrido y paisajes bellísimos, muchísimo público que te anima a rabiar por tu nombre, hacen que este sea uno de los triatlones imprescindibles para hacer una vez en la vida.
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